viernes, 27 de agosto de 2010

DIVINA PASTORA, MI PATRONA






Nuestra excelsa patrona tiene innumerables historias, la cuales han hecho que crezca cada día mas su popularidad, convirtiendo su procesión en la primera mas numerosa en toda Latinoamérica, esto gracias al amor y la fe de los Barquisimetanos, haciendo que nuestra madre, la Divina Pastora lleve más de 150 años visitándonos.

Esta tradición comienza así:

Se cuenta que en el siglo XVIII unos reverendos padres capuchinos dieran en esta región de Barquisimeto unas misiones que produjeron maravillosos efectos.

Sabido como es que la devoción a la Madre de Dios en su título de Divina Pastora es particular a la Orden Capuchina, parece que estos misioneros como fruto especial de los ejercicios espirituales que predicaron, implantaron en esta comarca el culto a la Virgen María en su dulcísima advocación de la Pastora de las Almas.

Algún tiempo después que aconteció que el cura rector de la Iglesia de la Inmaculada Concepción de esta ciudad, deseando proveer a su Iglesia con una imagen de la Divina Pastora, encargó su escultura a cierto artífice, al mismo tiempo que el Padre Sebastián Bernal, cura párroco de Santa Rosa, de acuerdo con el primero y bajo el mismo pliego, pedía una imagen de la Inmaculada Concepción, con la quería dotar a su feligresía para la celebración de las fiestas anuales del 8 de Diciembre.

Por providencial equivocación, el cajón que contenía la imagen de la Divina Pastora, fue dirigido al Padre Bernal y el de la Inmaculada Concepción, al Vicario de esta ciudad. Cuando el doctrecinero de Santa Rosa abrió el cajón que venía con sus señas, se halló en él la imagen de la Divina Pastora, y por ser ésta la que había pedido el Vicario de Barquisimeto, volvió a clavarlo y ordenó que se lo llevasen cuando antes.

Al indio, a quien estaba cometido de devolver el encargo, trató de levantar el cajón del suelo, para así cumplir con el mandado que le había hecho su amo; notó que se había vuelto muy pesado, y por más esfuerzo que hizo, no lo pudo mover del sitio donde estaba, de lo cual, cerciorado el Padre Bernal, dio aviso al Vicario de Barquisimeto, para que, en su calidad de superior, dictará lo que se debía hacer en este caso.

El vicario al enterarse de este hecho que por él la Divina Pastora manifestaba a las claras su voluntad de que su imagen permaneciera en Santa Rosa, y por lo tanto mandaba dicha imagen de la Madre de Dios en su peregrina representación de Divina Pastora, quedase en propiedad de la Iglesia de Santa Rosa y allí se le rindiese culto y veneración como convenía a la Madre de Dios y Pastora de las Almas.Así el Padre Bernal le cupo la feliz suerte y la singular honra de bendecir y colocar en el templo de esta parroquia la imagen de la Divina Pastora.

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